Hay momentos en la vida, en los que no necesitas hablar con alguien para desahogarte o para que te anime o para sentirte apoyado.. hay momentos en los que lo único que necesitas es un abrazo, llorar en el hombro de alguien, que se sienten a tu lado y simplemente te acompañen sin necesidad de una palabra.
Y es precisamente en esos momentos, cuando miras a tu alrededor y no hay nadie.. solo la misma de siempre: la soledad.
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